Planteamiento general de la elaboración de un sitio web

Antes de comenzar con tareas de diseño o redacción, conviene realizar un detallado planteamiento de elaboración de un sitio web. Debemos tener en consideración la naturaleza del sitio, sus objetivos y propósitos, el público al que va dirigido y los recursos humanos, materiales y técnicos de los que disponemos para elaborarlo. A continuación consideraremos todos estos aspectos, y haremos algunas recomendaciones con respecto a cada uno de ellos.

Qué tipo de sitio vamos a diseñar

La naturaleza de un sitio web impone exigencias insoslayables y es, por tanto, un aspecto esencial que debemos tener muy en cuenta a la hora de abordar su diseño. Así pues, la primera tarea que hemos de afrontar es la de decidir qué tipo de sitio vamos a montar, y cuáles son los destinatarios que van a consumir sus contenidos.

En efecto, no es lo mismo el sitio web del centro, que el de un departamento didáctico, un blog de aula, un sitio monográfico o temático, un sitio web de contenido exclusivo para docentes, etc. Cada uno de estos sitios corresponde a una situación comunicativa distinta, y, en consecuencia, reclama funcionalidades y principios de diseño diferentes.

Qué funcionalidades ha de tener el sitio

Una vez identificado el sitio web que queremos o necesitamos, debemos identificar qué funcionalidades ha de tener, cuáles deben implementarse desde el principio y cuáles pueden esperar a un desarrollo posterior. Aunque sea de forma muy sumaria, este diseño funcional debe tener en consideración los siguientes aspectos:

  1. Tipo de contenido predominante. Conviene decidir si el sitio va a estar basado en páginas (contenido estático), en entradas (contenido dinámico), o en una combinación de ambos tipos de contenido.
  2. Estructura básica. Hay que precisar aspectos fundamentales de la estructura del sitio, como por ejemplo la presentación del contenido (cronológica, al estilo blog, o no cronológica), la organización de los bloques de contenido (número y orden de presentación de las columnas en que suelen organizarse las páginas web), la disposición de las áreas de widgets, la ubicación de los menús, la estructura y contenido de la cabecera y el pie de página, etc.
  3. Tema que se va a utilizar. Cada tema impone una serie de condicionamientos de diseño que pueden llegar a ser muy estrictos (sobre todo en lo que concierne a las paletas de colores, la tipografía y el tamaño y proporciones de las imágenes), por lo cual conviene acertar desde un principio. Cambiar de tema en WordPress es una operación muy segura que no supone ningún riesgo de pérdida de contenidos, pero que puede ser muy gravosa en términos de esfuerzo dedicado a las tareas de diseño.
  4. Funcionalidades básicas del sitio web. Es preciso identificar si las funcionalidades apetecidas se pueden montar solo con WordPress o hace falta instalar plugins. Algunas de las funcionalidades básicas de los sitios web destinados a centros educativos, como por ejemplo la configuración multisitio o el contenido bilingüe o multilingüe, deben implementarse desde el momento mismo de la instalación, ya que resulta difícil, o al menos muy laborioso, añadírselas a un sitio web ya existente.
  5. Organización de los roles de usuarios y del trabajo de edición. Hay que decidir si el sitio va a tener muchos usuarios registrados o solo unos pocos, así como los roles propios de cada uno de ellos. También es preciso saber de antemano cuántos usuarios van a crear contenido (y con qué roles), ya que la organización del trabajo de edición tiene repercusiones decisivas en muchos aspectos de funcionamiento y la gestión del sitio.

De qué recursos disponemos

Después de identificar la naturaleza del sitio web y sus funcionalidades básicas, conviene evaluar con precisión el esfuerzo que va a invertirse en su elaboración, y ponerlo en contraste con los recursos humanos, organizativos y materiales de los que disponemos.

Este análisis resulta capital, sobre todo en organizaciones como los centros escolares, que por lo general no andan sobradas de recursos. Hay pocas cosas tan frustrantes como abordar una tarea para la que no se está preparado, o para cuya realización no se cuenta con los medios necesarios.

Algunos consejos

Una vez tomadas las decisiones a las que acabamos de referirnos en los epígrafes precedentes, es preciso adaptar el planteamiento de elaboración de un sitio web a ciertas recomendaciones prácticas, que en su mayor parte no son sino aplicaciones concretas del sentido común:

  1. Consultar ejemplos y modelos previos, repasar tutoriales y videotutoriales, y preguntar a compañeros y a expertos, si se tiene acceso a ellos.
  2. Definir la estructura del contenido y los aspectos básicos del diseño al viejo estilo, con lápiz, papel, y tiempo de reflexión. Lo primero que hay que decidir son las páginas fijas que debe tener el sitio (mejor que no sean muchas) y, luego las categorías o temas en que van a organizarse las entradas (es aconsejable que el número de categorías no sea excesivo, y que correspondan a temas cuyos respectivos ámbitos no se solapen entre sí). Una vez elaboradas y publicadas unas cuantas páginas, entradas y categorías, y solo entones, ya se puede abordar la elaboración de los menús.
  3. Proceder con precaución y cautela. Aconsejamos encarecidamente elaborar borradores y hacer pruebas antes de publicar, sobre todo cuando se haga uso de técnicas y herramientas que no se dominan a fondo.
  4. Personalizar solo los elementos que necesiten un “toque” especial. En la mayor parte de los casos, no hace falta diseñar específicamente todas las páginas y entradas de un sitio web (cuyo diseño ya está predefinido por el tema), sino solo aquellas donde tal proceder resulta aconsejable: la página de inicio, las llamadas landing pages, etc.
  5. Dar primacía a la funcionalidad sobre los aspectos decorativos u ornamentales. Todo esfuerzo de diseño o rediseño debe estar enfocado a lograr una mejora de funcionalidad.
  6. Aplicar el principio “menos es más”. Este principio no es solo ni principalmente de orden estético. De hecho, cuanto más claro, legible y limpio sea un sitio web, probablemente también sea más rápido al cargarse, y más eficiente desde un punto de vista técnico.
  7. Tener muy presentes los principios de homogeneidad y coherencia del sitio web. Aunque Los elementos personalizados sean singulares, no deben ser contradictorios o heterogéneos con respecto al conjunto del sitio.
  8. Diseñar, escribir y publicar pensando siempre en los visitantes del sitio. Hay que esforzarse por ponerse siempre en la mente de alguien que no conoce en detalle un sitio web y llega a este por primera vez. Una aplicación concreta de este principio es que el sitio web debe funcionar bien en todo tipo de dispositivos, sean ordenadores de escritorio, tabletas o móviles.
  9. Rentabilizar los esfuerzos. Todos los sistemas de edición de páginas web modernos hacen un uso masivo de las técnicas de composición basadas en plantillas, elementos reutilizables y otros mecanismos semejantes, y por tanto hay que aprender a utilizarlas. Incluso la humilde técnica de copiar-pegar-modificar puede dar resultados espléndidos si se utiliza juiciosamente.
  10. No caer en la ansiedad. Hay que proceder con calma y sensatez, y no pretender resolver todos los problemas a la vez. Las grandes dificultades a menudo se resuelven segmentándolas en obstáculos más pequeños, que se acometen sucesivamente.
  11. Utilizar solo los plugins imprescindibles. Un número excesivo de plugins, o una inadecuada selección de estos, pueden afectar muy negativamente al funcionamiento de un sitio web.
  12. Seleccionar un tema de calidad. Los temas de calidad profesional garantizan el cumplimento de muchas de las recomendaciones que acabamos de hacer, minimizan los esfuerzos necesarios para conseguir los objetivos propuestos y ayudan a dar a los sitios web un acabado impecable. El Departamento de Educación del Gobierno de Navarra aconseja a tal efecto los temas de la familia Genesis, que están disponibles, bajo pedido, para todos los centros que lo soliciten.

A lo largo de este curso, y en especial en los artículos pertenecientes a esta primera sesión, iremos concretando algunos de los principios y recomendaciones que acabamos de exponer.

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