En el artículo dedicado al diseño visual con el editor de WordPress, ya nos hemos referido a las limitaciones actuales de esta herramienta. Tal como entonces indicábamos, el editor de WordPress no tiene las capacidades de un maquetador visual y tampoco puede modificar aquellos elementos del sitio que se hallan fuera del área de contenido.
Por otro lado, incluso si nos ceñimos a la función propia del editor, este carece de ciertas funcionalidades, lo cual dificulta, o en algún caso impide, que los usuarios puedan elaborar los diseños apetecidos. A continuación daremos cuenta de algunas de las insuficiencias más evidentes.
Bloques con opciones muy limitadas
La mayoría de los bloques de WordPress cuentan con opciones muy espartanas, lo cual parece ser una decisión deliberada, que obedece al propósito de limitar la capacidad de los usuarios para equivocarse. Las opciones existentes funcionan muy bien, pero en cuanto los usuarios se acostumbran a trabajar con el editor, a menudo echan en falta un control más preciso y potente.
Estas restricciones son especialmente notorias en algunos bloques muy prometedores a primera vista, como por ejemplo los de columnas, tablas o botones, cuyas opciones son tan limitadas que su uso cotidiano puede resultar desalentador.
Escaso control de las propiedades del texto
El editor de WordPress es muy eficiente y productivo a la hora de editar texto, pues los controles de inserción, posicionamiento y duplicación de bloques son muy fáciles de utilizar. Ahora bien, determinadas acciones que debieran ser muy sencillas, como modificar el color de una palabra o frase, o añadir ciertos efectos tipográficos, son difíciles o incluso imposibles de llevar a cabo. A no ser que Se utilicen plugins, esas acciones solo se pueden realizar si el usuario tiene conocimientos de edición de código HTML.
Pocos bloques orientados al diseño
No cabe duda de que los bloques con los que hemos trabajado en la sesión anterior son muy interesantes, pero también es cierto que los bloques que generan diseños más funcionales y vistosos, típicos de las páginas web modernas, son relativamente pocos. Este contraste resulta más acusado si tenemos en cuenta, por ejemplo, el hecho de que el editor proporciona más de treinta bloques dedicados a la incrustación de contenido externo, muchos de los cuales no son utilizados jamás por un porcentaje muy elevado de los usuarios.
Falta de modelos o plantillas
WordPress no ofrece a los usuarios modelos que puedan servirles de inspiración, ni tampoco bloques o conjuntos de bloques organizados a modo de plantillas. Aunque no es difícil encontrar esos modelos (una búsqueda en Google suele ser más que suficiente) y aunque los usuarios disponen de la capacidad para generar sus propios bloques reutilizables, es habitual que los usuarios menos experimentados se vean en dificultades, porque no tienen a su alcance modelos sobre los que trabajar y con los que realizar pruebas y experimentos.
Limitadas opciones de configuración del editor
Desde nuestro punto de vista, las opciones existentes para configurar el editor de WordPress y personalizar las tareas habituales son más que suficientes para trabajar de forma eficiente. No obstante, es posible que algunos usuarios necesiten opciones avanzadas o un control más minucioso y preciso de sus procedimientos y técnicas de trabajo.
A modo de conclusión
A pesar de las actuales limitaciones del editor de WordPress, nuestra sincera opinión es que se trata de una herramienta magnífica, de la que es posible obtener un extraordinario rendimiento, y cuyos problemas son relativamente fáciles de resolver. Es más que probable que muchas de las insuficiencias que hemos descrito vayan desapareciendo con el tiempo, conforme vaya progresando la imparable evolución de Gutenberg. Por otro lado, podemos aumentar exponencialmente las capacidades del editor con la ayuda de plugins, tal como veremos en próximos artículos.
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